Elementos de la décimo quinta zona militar y de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, aseguraron un laboratorio para el procesamiento de drogas en el municipio de Juanacatlán, en el oriente del estado. Se trata de uno de los más grandes encontrados en los últimos años en la entidad, indicaron las autoridades.El laboratorio se localizó en el rancho Los Ontiveros, en una zona de difícil acceso, donde militares y policías estatales detuvieron a cuatro personas y aseguraron 5 toneladas de químicos utilizados para la elaboración de drogas de diseño, tres armas cortas y largas, y cartuchos.
El comandante de la 15 zona militar, Alfredo Carranza Rosales, y el secretario de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, informaron que una llamada anónima los alertó de la presencia de personas armadas en un rancho. Al arribo del Grupo de Tarea, conformado por las dos dependencias, se detuvo a los cuatro individuos, a quienes se les sorprendió con un rifle de asalto AK-47, un arma corta calibre .45 y una más de calibre 5.6 x 28, de las llamadas mata policías, así como cargadores.
También se aseguraron por lo menos 5 mil kilogramos de químicos utilizados para la elaboración de drogas de diseño, situación que habrá de determinarse al realizarse los peritajes correspondientes. En tanto, en un contenedor se encontraron 22 kilogramos de lo que al parecer es metanfetamina con un valor aproximado de en un millón de pesos. En una especie de bodega de unos 600 metros cuadrados se aseguraron seis hornos, cuatro procesadores y demás equipo para la fabricación de drogas de diseño.
Una segunda bodega encontrada en el mismo Rancho Ontiveros fue materialmente destruida por los sujetos, que al observar la presencia policial trataron de distraer la atención provocando un incendio en dicha almacén, con lo que quedó destruida otra parte de químicos que ahí tenían.
Los detenidos fueron identificados como Luis Nava Velázquez, de 34 años, originario de Guerrero; Francisco Javier Luna Silva, de 34 años, vecino del municipio de Juanacatlán; Carlos Preciado Ochoa, originario de Ciudad Guzmán; e Iván Soberanes Bravo, de 26 años, también de la entidad guerrerense.
Eh aquí la importancia de denunciar y no quedarse callado.
Fuente: La Jornada
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